De lo académico a lo pedagógico (liza, Juan paz)
Vale la pena recordar el primer encuentro de ecólogos de la FUP, cuando Liza Gonzáles apareció por primera vez en un encuentro científico, re-educando a los ecólogos desde otra lógica, con su versión de una protoconsumista “caperucita roja” y un lobo feroz contextualizado neotropicalmente en un sabio Oso de Anteojos. El innovador poder de liza y de su brújula errante para la sensibilización ecológica, el re-ordenamiento del pensamiento y del territorio y la re-interpretación y traducción de las ciencias, se fundamenta en el conocimiento de los ecosistemas caucanos, en el sabor del saber con que se disfrutan las magnificas historias y cuentos de Álvaro Negret y Gustavo Wilches y entre otras muchas cosas que solo ella conoce, en su dedicación como profesional de la ecología, que por razones científicas, explora la praxis de la nueva ciencia: la reflexión fundamental.
Juan Pablo Paz, presento en el segundo encuentro de ecólogos, una experiencia pedagógica en apariencia diferente a la de liza, pero en esencia muy similar. Su idea involucra la creación de un programa universitario en ingeniería forestal a partir de una situación ecológica problemática, real y particular, es decir “territorial”, mas que temática. En estas circunstancias la academia esta planteando la reflexión fundamental, en respuesta a la “departamentalizacion” por temas de las problemáticas. “Creo en la necesidad de lograr mayor eficacia de los equipos transdisciplinario, en la necesidad de romper la “departamentalización” (que es la “mentalización de partes”) temática de nuestras instituciones y planes de desarrollo; la problemática local, desde la perspectiva de las poblaciones, es integral, los monotemáticos somos los técnicos y profesionales” Beking, (2006: 7).
El trabajo de Juan Pablo Paz propicia repensar los paradigmas actuales, para darle un significado al quehacer del ingeniero (y en proyección del ecólogo y del científico) mas allá de los ¿para que`s? de un sistema universitario en general obsoleto ante las verdaderas responsabilidades de la academia con la sociedad. La cuestión gira permanentemente en torno al ¿Cómo y por que? del profesional, y en nuestro caso mayor aun del ecólogo, por ser la ecologia una ciencia holistica, discusión que en aspectos epistemológicos y filosóficos es inmadura, en comparaciones con otras ciencias.
Expresiones como las de Liza y Juan son aproximaciones científicas-ecológicas al mundo interno de la pedagogía. Ambos divergen en su objeto de estudio y su método, del mismo modo que convergen en su espectro filosófico, el de una ecologia exploradora e innovadora (inventora) de su campo de acción y su espectro practico, el de la ciencia holistica, ya indivisible de los aspectos antropicos en interrelación con los recursos naturales, por lo que en ultima instancia el ¿Por qué? implica lo sustentable y en el caso del ecólogo la responsabilidad directa ante el Desarrollo Humano Sustentable. “el desarrollo para Vivir Bien o “Suma Kamaña”. Vivir Bien significa vivir bien en comunidad, y en equilibrio con la naturaleza, no vivir mejor, mejor que el vecino. Para facilitar estos proceso de cambio, se requiere de profesionales con visiones nuevas, con capacidades de innovar” Beking (2006: 5).
La coca ancestral
Dora Troyano nos hablo de manifestaciones ancestrales de la política y la naturaleza en torno a la tradicional planta de Coca. Unos párrafos de la carta enviado por Marnix Beking (antiguo decano de ecologia) al encuentro de ecólogos, señala algunos aspectos del Desarrollo Humano Sustentable trascendentales y que parecieren estar dirigidos (dedicados) al trabajo de Dora Troyano. A continuación trascribo textualmente los apuntes de Marnix Beking como reflexión de la presentación de Dora alrededor de la hoja de Coca: En muchos simposios internacionales se reconoce la necesidad y se recomienda generar un nuevo tipo de profesionales, no solamente con las bases técnicas, sino con un enfoque integral y una base ética, si es que se busca realmente cambiar el patrón actual de desarrollo económico neoliberalista que solo ha llevado a aumentar la brecha entre pobres y ricos, y generar mayor presión sobre los recursos naturales. Hay una urgente necesidad de profesionales con una empatía social, una visión holística del desarrollo, y habilidades transdisciplinarias, aparte de bases sólidas en una de las ciencias de la tierra.
Tal vez no hemos logrado aún la perfección, pero no tengo duda de que la FUP ha hecho un esfuerzo por avanzar en esta dirección y ha entregado al país una generación de profesionales con esta potencialidad.
Desarrollo Humano Sustentable es un concepto con una fuerte connotación política: Busca un desarrollo más inclusivo y más equitativo, por lo cual tiene que partir de un enfoque de derechos (rights based approach: derecho a la tierra, acceso a los recursos naturales, agua como un derecho humano); más democrático, con participación de los actores locales en la toma de decisiones de su propio desarrollo y rendición de cuentas de todos los actores; El DHS definitivamente busca trastocar las relaciones de poder y de la distribución de las riquezas, a nivel local, regional y global.
Los movimientos indígenas y campesinos como en Bolivia están forjando un nuevo paradigma de desarrollo para Bolivia y para Sur América: el desarrollo para Vivir Bien o “Suma Kamaña”. Vivir Bien significa vivir bien en comunidad, y en equilibrio con la naturaleza, no vivir mejor, mejor que el vecino. Para facilitar este proceso de cambio, se requiere de profesionales con visiones nuevas, con capacidades de innovar.
Los Residuos Peligrosos
Hace poco la ministra del Medio Ambiente salio de su cargo coincidencialmente con la denuncia de un deposito “irregular” de transformadores eléctricos en desuso y sus “sustancias peligrosas” importadas. Lo más irregular, es que el depósito, al parecer era legal. Es sabido que, temas de magnitudes tan amplias como este son de manejo del Ministerio. Lógicamente el Ministro reemplazante determino un plan de contingencia ante tamaña importación toxica. Sin embargo quedan muchas preguntas: ¿existen otras importaciones oficiales o privadas de material peligroso no denunciado? ¿Quienes son los directos involucrados en este brutal ilícito? ¿Hasta donde es razonable la “sostenibilidad” de la producción de sustancias peligrosas a costas de la comodidad y otras pocas cosas?
Personalmente lamento que tan importante y urgente labor no haya sido planteada y debatida por suficientes ecólogos en la región y el país, y que durante el segundo encuentro de ecólogos no haya tenido la discusión que el problema dimensiona. Por ello, creo el debate debe ser profundizado en el segundo encuentro de estudiantes de ecologia. Para esto sugiero que en este encuentro se organice una muestra regional de Agroecologia y otra de ciencia-tecnología y Residuos Peligrosos, que contribuirían a la ampliación del campo de acción de los ecólogos y estimularían su faceta interdisciplinar desde la localidad.
Es importante un acercamiento entre la academia y los agro ecólogos de la región o del país, sobre todo con los ecólogos, los cuales deben abordar la problemática del agro desde diferentes perspectivas, pero siempre desde los principios de la Agroecologia, no por razones de opinión o romanticismo, sino por verdaderas razones científicas.
La Agroecologia en la región es tal ves el recurso potencial local de mayor valor, en ella el campo de acción del ecólogo es amplio y aun mas inmaduro que en otras dimensiones de la realidad contemporánea. Los estudiantes de ecologia de la fundación deben aproximarse a las diferentes experiencias agroecológicas de la región, introduciendo en el perfil académico y laboral del ecólogo, facetas propias del desarrollo local coherentes y consecuentes con los principios científicos de la ecologia.
Como complemento de lo anterior, el inventario de Residuos Peligrosos en áreas claves y específicas como la agricultura, es un campo de acción propicio para los ecólogos y urgente para los agro ecólogos sin formación científica. Un derrotero bien fundamentado de las particularidades o potencialidades, buenas o malas (posibles emergencias) de los diversos productos agroquímicos y sus envases es una responsabilidad de los ecólogos y una oportunidad para promover desde la universidad los fundamentos y las estrategias hacia una agroindustria limpia, tan cara para el mundo actual. De la misma manera, El inventario de Residuos Peligrosos en industria cosmética y los productos de aseo, son una de las bases hacia la pedagogía del consumo como responsabilidad de la educación ambiental y por consiguiente de los ecólogos.
En ese sentido el trabajo de Jorge Luis Montealegre, materializa la relación política de Naturaleza-Desarrollo/ecología-Industria y de estas con la cotidianidad. Esta relación hace pensar en conceptos como “pedagogía de la producción”, a partir del concepto, ya popular de “pedagogía del consumo”.
El solo inventario de los Residuos Peligrosos en el departamento del Quindío (un departamento más turístico que industrial), ofrece una prueba que pudiese usarse para formular conclusiones dramáticas y alarmantes en el contexto regional y nacional. Sin embargo el debate ecológico se ha manejado a escala mundial desde una perspectiva conciliadora entre ecologia y economía-industria, en esta relación, siempre ha perdido la ecologia. Los científicos mas cínicos hablan de que no hay perdedores y ganadores; otros, aclaran que simplemente es un proceso de transformación paulatina, gradual y muy lento de los medios de producción hacia circunstancias industriales mas ecológicas y justas. En realidad estos paulatinos cambios, han parecido más bien retrocesos hacia una civilización más insensible y “necesitada de residuos peligrosos”. ¿Hasta donde deben llegar la aprobación que las universidades, la academia y los científicos emiten (u omiten) sobre una posición conciliadora entre una ecologia o posición ambiental de los políticos ingenua o amañada y una economía e industria reconocidamente desastrosa, injusta y cínica? Ocaso el dinero logro trasladar los límites éticos más elementales.
Sobre las palabras de Guillermo Vásquez
La FUP en sus orígenes se ha regido por claras necesidades de innovar y de suplir necesidades latentes de la sociedad local y nacional, en esto coincidieron los antiguos decanos, con curiosos y científicos apuntes.
Guillermo Vázquez, apareció con agradable certeza, objetiva, pero subjetiva a la vez, tan profunda y bien fundamentada como “chistosa”. El asombro del auditorio ante sus exclamaciones es recordado con respeto y esperanza, pues con sus maestras palabras, recordó los momentos mas sublimes de la historia de las ciencias en Colombia, cuando los estudiantes en los años sesenta decidían ¿que estudiar, por que y para que?, contrastándolo con su magnifica experiencia como primer decano de uno de los primeros programas de Ecologia científica en Latinoamérica y el mundo, una ecologia muy novedosa, “pues ya no era una rama de la biología”.
Guillermo Vázquez nos hizo reír con la incomprensión muy particular de su padre y de la época ante su convencida decisión de hacerse biólogo en el 64` y no ingeniero o medico. Romper estigmas desde sus inicios universitarios, finalmente favoreció su amplia comprensión sobre temas ecológicos; asi, se puede hacer una analogía con el camino que la biología le abrió a la ecologia en el meticuloso y ordenado mundo científico.
En su relato, el origen de la FUP se remonta a una “necesidad de novedad”, no como una meta comercial para vender carreras, sino todo lo contrario, un espíritu inteligente y solidario con las necesidades reales del departamento, la región y la nación, por ello se escogieron estratégicamente tres carreras que no existiesen en la zona (de Nariño a Valle) y que pudiesen generar profesionales idóneos a las necesidades locales. Sobre decir que en la actualidad la Administración Agropecuaria, la ingeniería de Minas y la ecología-Económica son las áreas bases del desarrollo del mundo º en todas sus épocas.
En esa época también se hablo de tecnólogos en ecologia, a lo que Guillermo Vázquez, respondió con pregunta ¿Qué hace un tecnólogo en ecologia? La ecologia desde siempre fue una ciencia integradora, las tecnologías se refieren al uso de las partes de las partes. La razón de la FUP fue involucrar la dimensión ambiental-integradora en la academia.
Un aspecto aislado que llama la atención es el comentario de que en aquella época (diría yo desde aquella época) se pensaba que la DEA O la CIA, estaban infiltradas en las organizaciones ecológicas internacionales.
Paralelo a la búsqueda de soluciones ante las presiones centralistas por cerrar el programa de Ecologia, en aquella época se resalta como la terminología ambiental estaba en pañales, sobre todo en nuestro medio y como la ecologia trasciende tangiblemente hacia la interdisciplinariedad a través del concepto de economía ambiental. En estas dos facetas la FUP fue pionera durante la decanatura y las pedagógicas clases de Guillermo Vázquez. Personalmente, recuerdo el concepto de la “papa”, con el cual el “profe” Guillermo nos trasladaba en sus clases desde la rica cultura gastronomica hasta la biología de seres acuáticos y extraacuaticos y mejor aun a la economía del entorno antrópico y a la propia necesidad del profesional en ecología. El MANEJO del entorno Y ANTROPICO fue su clara recomendación prospectiva.
El mensaje de Marnix Beking
Recomendaciones
La problemática global, como el Cambio Climático, la desertificación, la contaminación y pérdida de la Capa de Ozono, la pérdida de la Biodiversidad y del conocimiento ancestral del uso de esta biodiversidad, afectará principalmente a las poblaciones más marginalizadas del desarrollo; el costo social de la mayoría así llamados proyectos de desarrollo, de las grandes infraestructuras promovidas por el proyecto IIRSA (Infraestructura para la Integración Regional Sudamericana del BID) para catalizar la explotación de los recursos naturales orientada a la exportación, recae desigualmente sobre estas poblaciones que dependen en primera instancia de estos recursos naturales.
Ecólogos pueden entrar en el ámbito científico-biológico de la ecología, pero la mayoría probablemente se han ubicado en el vasto universo de la gestión ambiental.
La ecología como ciencia debe estar neutro y generar información objetiva, pero lo ecólogos, con su formación interdisciplinaria y holística, deben defender los derechos de los pueblos que dependen directamente para su supervivencia de los recursos naturales, y pueden jugar un papel importante en la búsqueda de nuevos modelos para llegar al DHS. Todavía en el año 2006, el DHS no es la respuesta, sino sigue siendo la pegunta! Y como pregunta puede orientar nuestra acción.
Como tal, el objetivo de desarrollo no puede ser sesgado monotemáticamente, o desde un punto de vista naturalista, hacia la conservación de la biodiversidad, sino la conservación de los ecosistemas y sus servicios, tiene que insertarse más efectivamente en el desarrollo local y regional, favoreciendo los actores directamente involucrados, ya sean lo Resguardos Indígenas que ocupa el 40% de la Amazonía colombiana, a través de su gobierno propio y el control y ordenamiento territorial, o las comunidades campesinas.
El rol protagónico en la determinación de las agendas de desarrollo y condicionamientos macro-económicos tiene que trasladarse de lo global (los Bancos Multilaterales, el WTO, las cooperaciones bilaterales) hacia agendas establecidas desde plataformas locales. Pero esto debe hacerse sobre bases sólidas de Planificación y Ordenamiento Territorial y Ambiental, en lo cual veo oportunidades para los ecólogos.
Creo en la necesidad de lograr mayor eficacia de los equipos transdisciplinario, en la necesidad de romper la “departamentalización” (que es la “mentalización de partes”) temática de nuestras instituciones y planes de desarrollo; la problemática local, desde la perspectiva de las poblaciones, es integral, los monotemáticos somos los técnicos y profesionales. Tenemos que mejorar los documentos que producimos, generalmente con sus temas por capítulo pero sin integración de la información desde un enfoque ecosistémico o por lo menos territorial, no los mapas temáticos superpuestos sino mapas integrados de Unidades de la Tierra, no Planificación Estratégica temática sino Planificación Estratégica Territorial, atrevernos a comprometernos a procesos de Cogestión regional de larga duración, enfatizando el aprendizaje social interactivo, y expresar los resultados e indicadores creativamente a través de Señales de Cambio de la percepción social, que pueden ser más significativos que los indicadores objetivamente verificables.
Las problemáticas ambientales tienen causas socioeconómicas y políticas, y requieren por ende de enfoques interdisciplinarios; creo que se puede aprovechar la situación del país, donde la complejidad del conflicto armado, la pobreza rural, la corrupción, etc. agudiza la noción de esta interdependencia de lo ambiental y lo socio-político, y pueda facilitar la generación de una consciencia más holística.
Mi experiencia, después de haber participado y evaluado en decenas de proyectos internacionales de desarrollo, es que todo se reduce al factor humano; la visión holística aplicada, la capacidad de entender y adaptarse a las necesidades locales reales de los actores, de tener un entendimiento sistémico de las interacciones de los ámbitos ecológico, sociocultural, económico, institucional político y legal, pero sobre todo, de no ser profesionales sino primero humanos, son los factores que determinan un cambio para mejorar las condiciones de vida en armonía con la naturaleza.
Les deseo mucho éxito para sean parte de este salto cualitativo que tanto se requiere para que en este mundo logramos Vivir Bien.
Hernando Vergara llego a la FUP en un momento trascendental en el cual correspondía renombrar como ciencia a la ecologia. Entrar de lleno en la conceptualización de una terminología no unificada y aun hoy no consolidada en la practica en el ambito nacional, lo mantuvo durante dos decanuturas en las que fortaleció tres conceptos fundamentales: lo Sistémico, lo Holístico y la investigación en ecosistemas tropicales. Marnix Beking en su “carta al encuentro de ecólogos” recuerda mejor que nadie estas tres “intuiciones” ecológicas. A continuación trascribo textualmente algunos párrafos de la mencionada carta que contextualiza la necesidad de estos novedosos conceptos en el proceso que finalmente posiciono la ecologia en Colombia como una ciencia independiente de la biología y con una carrera de pregrado:
Como evaluador del ICFES nos visitó el Director de la Facultad de Agroecologia de la Jorge Tadeo Lozano, con una actitud inicialmente muy predispuesta a acabar de una vez por todas con esta facultad. La objeción venía desde el campo de los biólogos, que se veían amenazados en su campo profesional por los nuevos ecólogos, y el argumento era, que la Ecología no se podía dar a nivel de Pregrado;
La Ecología era considerada una Ciencia Interdisciplinaria, que se ubicaba a nivel de Postgrado y debería estar abierta para diferentes disciplines.
El evaluador se entrevistó con los estudiantes, con una actitud muy altanera, con preguntas estilo examen como “Qué es la diferencia entre ecosistemas y biomas?”, y nuestros estudiantes, con actitud ingenuamente muy abierta, intentaron contestar de la mejor manera a esta indagatoria, que era sino una burla de ellos. Después de largas discusiones, sin embargo, logramos convencer al evaluador, quien finalmente reconocía la similitud entre nuestras facultades y las problemáticas que estábamos atravesando ambas instituciones, y la imperativa necesidad de generar más profesionales con una visión holística en el campo de las ciencias ambientales.
Con el apoyo decidido de Carlos Fonseca y Hernando Vergara, los tres nos pusimos a sistematizar los resultados de las discusiones intensas y en el 1991, se propuso una Facultad de Ecología a nivel de Pregrado, con una visión holística, un currículum sistémico, con una línea de investigación en ecosistemas tropicales y enmarcada en el Desarrollo (Humano) Sustentable.
Años después me di cuenta, que la internacionalmente muy renombrada Universidad de Wageningen en Holanda, se honra en ser la primera universidad europea, de enmarcar su programa en el paradigma del Desarrollo Sustentable, en el mismo año del 1991! Es decir, al menos en concepción, la Facultad de Ecología de la FUP, era en su momento, de las más innovadoras y avanzadas del mundo!
El final del cuento es, que la Facultad fue reconocida oficialmente por el ICFES, pero además, el modelo desarrollado, fue adoptada por la Universidad de la Javeriana!
Holística:
Implicaba superar un mal que padecían muchos de las carreras ambientales que empezaban a surgir en los años 90: la interdisciplinariedad llevaba a una lista larga, una sumatoria de todo tipo de asignaturas de disciplinas sociales, económicas, políticas, humanísticas, legales, etc., un rompecabezas que se suponía que el estudiante era capaz de integrar en un todo coherente, pero resultaba imposible de armar en el quehacer diario del profesional en Ecología.
Se pretendía invertir la lógica: La visión holística se da desde el inicio, para luego irla alimentando y sustentando a través de la enseñanza en las diferentes disciplinas. De esta manera no es una mera sumatoria de asignaturas y disciplinas, sino es más: es una formación humanística integral, como siempre ha pregonado la FUP desde sus inicios.
Sistémica:
Otra de las ideas brillantes, audaces, pero con dificultades de viabilidad: En lugar de ofrecer materias desagregadas como la antropología, sociología etc., se propuso integrarlas al tratamiento de los ecosistemas, y por ende, territorializarlo. Es así como se incluyeron como bloques interdisciplinarios Ecosistemas Amazónicos, Ecosistemas marinos y Costeros, y Ecosistemas de Alta Montaña, con sus Sistemas Socioculturales y Sistemas Económicos asociados.
Investigación en Ecosistemas Tropicales
Siempre ha habido una fuerte discusión sobre cual debe ser la columna vertebral de la Carrera. Si se exigía una tesis de grado en una Investigación en Ecosistemas o más bien una pasantía en gestión ambiental. Con la proliferación de carreras verdes, desde Administración de los Recursos Naturales, Gestión Ambiental, etc., si no se quiere diluir el título de Ecología, se requiere de la base de investigación ecológica, lo cual no contradice la realización adicional de una pasantía en gestión ambiental.
Personalmente sigo creyendo, que el contacto directo con la investigación en ecosistemas, cambia la perspectiva del profesional, aún si no va a trabajar como investigador. Todo el mundo habla de ecosistemas, periodistas, abogados, etc., pero pocos han estado con las manos en la masa, pocos tienen una noción que son entidades reales o trechos de tierra que se dejan delimitar visualmente, que nacen, viven y mueren o se transforman; para muchos aficionados pareciera un concepto cuasi etéreo o metafísico.
En esta perspectiva se creó en este entonces la Unidad de Investigación en Ecosistemas Tropicales (UNIET), con el fin de atraer profesores/investigadores jóvenes pero talentosos, y complementar los salarios básicos de la FUP a través de proyectos y a la vez mejorar el nivel de la enseñanza desde la práctica investigativa.
Blanca Bonilla re-introdujo en el encuentro dos nociones mencionadas por Guillermo Vásquez como claras preocupaciones: el perfil académico y el perfil ocupacional. En su periodo como decana se recalco la importancia de profundizar en un contenido académico y practico como complemento a la estructura filosófica de la carrera.
Con el paso del tiempo estas circunstancias aportan importantes elementos para la participación del ecólogo en la política Ambiental, sustentando el horizonte ocupacional de los ecólogos en aspectos de la gestión y la educación ambiental, desde un enfoque sistémico, holístico y transdisciplinar. Las palabras de la decana me recordaron un discurso de la directora del inderena en 1983 que leí en un muy importante libro sobre Ecodesarrollo que reposa en la biblioteca de la facultad (Ecodesarrollo: pensamiento del decenio). A continuación trascribo textualmente unos párrafos de ese discurso, ya que es necesario volverlo a cantar: La Ecología se nos presenta hoy como un saber acumulativo, que ha atravesado varias etapas de maduración y que se orienta cada vez más hacia un horizonte de grandes cuestiones de ética y de política (cuestiones locales). En efecto si nos preguntamos por el estatuto de la Ecología, debemos admitir que la disciplina se ha desplazado de la poesía a la ciencia y de la ciencia a la política. De una biología de los ecosistemas, tal como se la definía a principios de siglo, la ecología ha pasado a ser el saber del ambiente, una especie de economía a largo plazo, tal como se la define hoy. Este transito, sin embargo, ha significado no solo un cambio de perspectiva científica o paradigma sino también y sobre todo un cambio de sensibilidad ética, en la medida en que se ha abandonado la contemplación lírica de la naturaleza maltratada o del paraíso perdido, y se ha optado mas bien por una actitud analítica experimental, la investigación de la relaciones entre los seres vivos (incluido el hombre) y sus ambientes vitales (Margarita Marino, Gerente General del Inderena 1983, En Ecodesarrollo: 487).